En la vida, todos tenemos nuestras propias ideas preconcebidas sobre cómo será cierta experiencia hasta que la realidad nos golpea en la cara. Ser madre es una montaña rusa de sorpresas, desafíos y momentos hilarantes que hacen que nuestras creencias previas parezcan un poco ridículas. ¡Vamos a echar un vistazo a algunas de las cosas que creía antes de ser madre y cómo la maternidad me demostró que estaba totalmente equivocada!
"Antes creía que estaba cansada..."
Pero luego llegó la maternidad y descubrí un nuevo nivel de agotamiento que ni siquiera sabía que existía. El insomnio, las noches en vela, los pañales explosivos a las 3 de la mañana... ¡parece que el sueño profundo se convirtió en un lujo del pasado! El lujo de estar cansada por haber estudiado o festejado.
"Antes pensaba que cocinaba bien..."
Hasta que mis hijos llegaron y descubrí que el término 'cocinar bien' adquiere un significado totalmente nuevo cuando tienes que lidiar con gustos exigentes, rechazos de comida y la habilidad magistral de convertir cualquier plato en un desastre culinario o de lo contrario convertir un plato lo más básico o extraño posible en el plato. 5 estrella de la casa.
"Antes creía que tenía tiempo libre..."
Pero luego me convertí en madre y aprendí que el tiempo libre es un mito. Ahora, 'tiempo libre' significa doblar la ropa mientras los niños duermen la siesta o intentar hacer una llamada importante mientras trato de evitar que mi hijo desmonte la casa.
Pero también luego descubrí de nuevo que no, tener tiempo libre puede ser LIBRE, como tu quieres. La maternidad no es una prison, si te hace sentir como una entonces es tiempo tomar tiempo para TI. Y eso también lo descubrí a la largo de la maternidad, no te hace mala madre el hecho de cuidarte, de quedar con amigo/as sin niño(s)
"Antes pensaba que sabía lo que era el amor incondicional..."
Y entonces llegaron mis hijos, y entendí que el amor incondicional es limpiar vómito a las 2 de la mañana, abrazar a un niño después de una rabieta y descubrir que daría mi vida por estos pequeños seres humanos sin pensarlo dos veces.
"Antes pensaba que la lactancia materna no era para mí..."
Pero luego me convertí en madre y descubrí un mundo totalmente nuevo. Cuando nació mi primer hijo, tenía mis dudas y preocupaciones sobre la lactancia materna. Pensaba que era algo complicado o incómodo, y que quizás no sería para mí. Sin embargo, después de investigar, recibir apoyo y educarme sobre los beneficios de la lactancia materna, decidí darle una oportunidad. Para mi sorpresa, descubrí que era una experiencia increíblemente gratificante y emocionante.
"Antes pensaba que había límites en la lactancia materna..."
Antes creía que la lactancia materna tenía un límite, ya sea cuando el bebé empezaba a caminar, hablar o incluso cuando tenía dientes. Sin embargo, la realidad me demostró lo contrario. Me encontré amamantando a mi hija incluso después de que comenzara a caminar y a hablar. Y ahora, cinco años después, sigo amamantando a mi hija Léni, demostrando que la lactancia materna puede adaptarse y evolucionar con las necesidades de cada familia (y las creencias)
"Antes no pensaba que iba a crear una marca y apasionarme por la lactancia materna..."
Esta experiencia personal con la lactancia materna no solo cambió mi perspectiva como madre, sino que también inspiró la creación de mi marca Gotiteta. A medida que profundizaba en el mundo de la lactancia materna, me di cuenta del valor de ofrecer apoyo y recursos a otras familias que también están experimentando este viaje. Gotiteta no solo es una marca de moda, sino también un espacio para promover la lactancia materna, compartir experiencias y fomentar una comunidad de apoyo para todas las familias lactantes.
Conclusión:
La maternidad es un viaje lleno de sorpresas y momentos que desafían nuestras creencias preconcebidas. Aunque a veces pueda ser agotador y caótico, también está lleno de risas, amor y experiencias que nos cambian para siempre. Así que la próxima vez que te encuentres pensando "Antes creía que...", recuerda que la maternidad tiene una forma única de poner las cosas en perspectiva y enseñarnos que el verdadero aprendizaje viene con el viaje.
