La lactancia materna después de una cesárea:
uno de los mitos más extendidos es que la subida de leche tarda más después de una cesárea en comparación a un parto vaginal.
¿ por qué las tasas de lactancia materna tras cesárea son más bajas ?
La lactancia materna es una experiencia única y maravillosa que brinda una serie de beneficios para la salud del bebé y de la madre. Sin embargo, después de una cesárea, puede haber algunos desafíos para la lactancia, que en realidad no son por culpa de la cesárea en sí misma.
Afortunadamente, existen algunas soluciones simples que pueden hacer que la lactancia sea más cómoda y exitosa para la madre y el bebé.
¿Cómo puede la cesárea afectar la lactancia materna?
La cesárea es una cirugía mayor que, en sí misma, puede causar dolor y entonces dificultad para la madre al amamantar (por ejemplo, puede ser más difícil para la mama encontrar una posición cómoda para dar el pecho debido al dolor y la incomodidad).
Sin embargo, es la salida de la placenta que genera la subida de leche (independientemente de si es un parto vaginal o cesárea).
Cuando la salida de la placenta ocurre, los niveles de las hormonas como estrógenos, progesterona… bajan progresivamente en la sangre, hasta que lo hacen suficientemente para que la prolactina pueda actuar (la hormona que se encarga de la producción de leche)
Entonces las hormonas harán su trabajo cual sea el tipo de parto que tengas, pero luego, sea al principio o más adelante, la producción de leche depende sobre todo de : la ESTIMULACIÓN.
Desafortunadamente, no siempre se respeta el muy necesario piel con piel justo después del parto, el no ir con prisa para pesar y vestir bebé tras nacer…
Por eso, es la separación la responsable de las tasas de lactancia más bajas : si hay separación, no hay estimulación. Si no hay estimulación, no hay señal para que nuestro cuerpo produce (más) leche.
Si estás planeando amamantar después de una cesárea, aquí hay algunos consejos que pueden ayudarte a hacer de la lactancia una experiencia más cómoda y exitosa:
- Comenzar la lactancia lo antes posible: cuanto antes la madre pueda comenzar la lactancia, mejor será para la producción de leche y el vínculo entre madre y bebé.
Si la madre se siente incómoda o incapaz de amamantar en la primera hora después del parto, la leche materna también puede ser extraída a través de un extractor de leche o a mano y alimentada al bebé (en este momento sería el colostrum, y no olvidar que el bebé tiene un estómago del tamaño de un hueso de cereza por lo que unas gotas ya son un éxito, no dudes de tu capacidad y de las cantidades) - No es necesario suplementar con biberón, lo que podría causar una confusión tetina-pezón.
- Pedir ayuda: es importante pedir ayuda a los profesionales de la salud, como los enfermeros y los consultores de lactancia, para asegurarse de que la lactancia materna sea exitosa si lo necesitas. Ellos pueden ofrecer consejos y trucos para hacer que la lactancia sea más cómoda y efectiva, y revisar la posición y agarre del bebé.
- Encontrar una posición cómoda para amamantar: la madre puede experimentar dolor y molestias después de una cesárea, por lo que encontrar una posición cómoda para amamantar es importante. Puede ser útil usar almohadas o cojines para apoyar el cuerpo y el bebé durante la lactancia.
- Descansar lo suficiente: después de una cesárea, es importante que la madre descanse lo suficiente para recuperarse. Descansar puede ayudar a aumentar la producción de leche materna y hacer que la lactancia sea más cómoda y efectiva.